Texto completo de la entrevista a Noam Chomsky en la FIL del Zócalo

16.02.2015 18:58
 
 
Taibo II: Gracias por estar con nosotros. Durante nueve días hemos estado discutiendo aquí en el Zócalo de la Ciudad de México, en momentos de una gran intensidad política, tremendo conflicto nacional, la historia y la utopía, y me parecía ideal acercamos a ti para conversar acerca de estas cosas, todo ello mezclado con la literatura porque cuesta mucho trabajo acercarse críticamente a la historia sin la ayuda de la literatura y sin la ayuda de la utopía. Tú eres uno de los pocos compañeros que nos están constantemente planteando que rescatemos la utopía. Se puede vivir sin muchas cosas pero no se puede vivir sin utopía. ¿Qué nos dices?
 
Noam Chomsky: Es muy difícil para cualquier persona el poder describir cuál sería un estado de utopía en un mundo donde la misma existencia, ya no únicamente de los seres humanos sino del planeta mismo está en tanto riesgo como en el que nos encontramos, es por ello mismo una exigencia que rebasa a cualquier pensador el poder describir qué sería un estado de utopía.
 
Taibo II: Sin embargo la necesidad, si no de precisar la palabra o lo que hay detrás de la palabra, la necesidad de que esta sensación de que hay luz al final del túnel es fundamental para la supervivencia del pensamiento crítico.
 
Noam Chomsky: Hay que hacer una distinción entre lo que son las visiones de la vida y las metas en la vida, la distinción sería que las visiones son metas de largo alcance y son estados del mundo en los que los seres humanos desearíamos estar. Las metas son más inmediatas, resuelven problemas que los humanos tenemos en esta vida misma y para poder alcanzarlas lo más importante es partir de principios, de los principios que las personas tenemos para resolver estos problemas, y en una segundo término pensar ya en un estado ideal que sería lo visionario.
 
Taibo II: ¿Y cuáles establecerías como los grandes problemas inmediatos que deberías atacar desde ahora, hoy?
 
Noam Chomsky: Son dos los problemas cruciales en este momento. El primero es la amenaza siempre presente de una guerra nuclear. La segunda, que pone en peligro también la existencia de la especie, es el desastre ecológico que estamos haciendo los humanos y que no se detiene, que no se vislumbra cómo se puede detener. Esos son los problemas fundamentales que tenemos, hacer una lista de los problemas menores y más pequeños sería una lista interminable.
 
Taibo II: Le pasamos la palabra a Fabrizio Mejía Madrid, que nos acompaña, novelista mexicano y crítico político.
 
Fabrizio Mejía Madrid: Muchas gracias a todos ustedes por venir. Muchas gracias a Noam Chomsky por esta plática. Un poco en la línea de lo que decía Paco, tenía una pregunta para Chomsky, que es que hace unos años cuando visitó la Venezuela de Hugo Chávez y después la Bolivia de Evo Morales, Chomsky dijo que en América del Sur había una experiencia utópica, se refería sobre todo al asunto de que después de 500 años había llegado a la presidencia de Bolivia un indígena con un programa que tenía que ver con la sustentatibilidad ecológica, con una mezcla entre alta tecnología y tradición. ¿Qué opina ahora Chomsky de América del sur en específico de los procesos de Bolivia y Venezuela?
 
Noam Chomsky: Si bien es cierto que Latinoamérica ha dado enormes pasos en salir de esa existencia de colonialismo en la que se había encontrado, a 500 años de dominación extranjera y que ahora por fin hacia el exterior ha podido ponérsele al tú por tú al poder, y los mejores ejemplos son tanto Venezuela como Bolivia, tampoco puedo soslayar que ahora la labor es hacia el interior, en donde los países latinoamericanos siguen viviendo estados de opresión pero no por gobiernos exteriores sino por una minoría que son los herederos de los que los conquistaron. Entonces el siguiente trabajo es la liberación de los pueblos frente a esta minoría que tiene el poder y que siguen siendo tal cual los sucesores de esta colonización europea.
 
Keferstein: Si me lo permiten, esto ya no lo dijo Chomsky, pero es verdad, nos gobiernan puros blancos.
 
Taibo II: Estamos viviendo en México un momento angustioso, un momento muy complicado, sometidos los ciudadanos, el país, las mayoría, a una triple ofensiva envenenada. Tenemos la ofensiva neoliberal más brutal que se ha conocido en México, destruyendo derechos agrarios, derechos laborales, destruyendo la posesión nacional de petróleo. Por otro lado, el aumento brutal de una actitud autoritaria y represiva por parte del gobierno y los gobiernos locales, y en tercer lugar la delirante guerra contra el narco que inició el gobierno de Calderón. Cuesta mucho trabajo encontrar una manera de unificar a la disidencia inmensa que se ha creado en el país y darle un sólo objetivo. ¿Tienes alguna idea brillante para ayudarnos a salir del marasmo?
 
Noam Chomsky: Efectivamente son las tres fases destructivas y hay un cómplice en estos problemas que tiene México. Ese cómplice son los Estados Unidos. En tanto que la mayor parte del consumo de la droga que se produce o que pasa por el país termina en Estados Unidos, al mismo tiempo lo que Estados Unidos da a cambio a México son las armas con las que el pueblo mexicano se está matando entre sí. Estados Unidos tienen una gran responsabilidad.
 
Si a eso le aunamos las políticas suicidas que los gobernantes mexicanos están ejerciendo y las reformas suicidas que están realizando los gobernantes mexicanos nos encontramos frente a un enorme problema.
 
Todos los intentos que los pueblos latinoamericanos han realizado para independizarse del poder de los Estados Unidos han sido boicoteados sistemáticamente por los Estados Unidos y Canadá. Los pueblos latinoamericanos en cumbres como Cartagena han intentado aislar el poder de Estados Unidos, tener políticas más liberales frente al consumo de las drogas y el combate al narcotráfico, y Estados Unidos y Canadá han vetado las resoluciones que han tomado los pueblos de Latinoamérica.
 
Al mismo tiempo, mientras los pueblos latinoamericanos se hacen más fuertes como un bloque unificado en contra de Estados Unidos y también Canadá, los gobernantes mexicanos han tomado la decisión de aliarse con Estados Unidos dándole la espalda a los pueblos latinoamericanos. Está el viejo adagio mexicano: México está muy lejos de Dios y muy cerca de Estados Unidos.
 
Fabrizio Mejía Madrid: Chomsky ha sido un crítico férreo de la política exterior e interior de su propio país que son los Estados Unidos y uno de los conceptos clave que ha manejado es la manufactura del consentimiento, manufacturing consent, que es digamos en una línea lo que le pasó a México con la invención de una figura de los medios masivos de comunicación oficiales que es Peña Nieto. Mi pregunta para Chomsky es ¿frente al avasallador poder de los medios de comunicación oficiales qué tiene que hacer la resistencia crítica para solventar?